#ContarElArte: Cuenca, ciudad del mundo

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29 junio, 2020

#ContarElArte: Cuenca, ciudad del mundo

#ContarElArte nos lleva a una de las 15 ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad: Cuenca. Quien nos habla hoy de esta maravillosa “ciudad del mundo” es Miguel Romero Saiz,  Doctor en Historia, escritor y Cronista oficial. Miguel nace en Boniches el 5 de enero de 1952, aunque siempre se ha sentido de Cañete, pueblo adoptivo al que está vinculado desde niño por ascendencia paterna y materna. Es Licenciado en Geografía e Historia y Doctor Cum Laude en Historia Medieval y Moderna, Especialista en Genealogía, Heráldica y Diplomática, Máster en Gestión Centros Directivos y Diplomado en Profesorado de EGB. Asimismo, es Doctor Honoris Causa de la Academia Latinoamericana de Literatura Moderna de México, actualmente Vicepresidente de los Escritores de Castilla La Mancha y Presidente de los escritores y periodistas de Turismo de Castilla-La Mancha. Fue Director del centro UNED de Cuenca y Decano Secretario del campus Sureste UNED de España.

Miguel Romero ha publicado hasta la fecha 42 libros de diferente temática. Es académico correspondiente de la Real Academia Española de la Historia, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, Cronista Oficial de la ciudad de Cuenca desde 2015 y Numerario de la Real Asociación de Cronistas de España. Su nombre lo llevan dos Bibliotecas, la Municipal de Cañete y la del CEPA de Cuenca capital, y el Cine Teatro de Valverde de Júcar. Es Premio Nacional Glauka al fomento a la lectura, Premio Ciudad de Cuenca y Premio COPE al desarrollo cultural y ha recibido la Medalla de las Cuatro Sinagogas entregada en Jerusalén, entre otras distinciones.

Ahora que conocemos lo más destacado de la biografía de Miguel, disfrutemos de este paseo literario por la ciudad de Cuenca. Para conocerla más en profundidad, puedes consultar gratuitamente su guía virtual o su aplicación móvil, disponible para dispositivos iOS.

 

Cuenca, ciudad del mundo

Situada en la meseta castellana, cuyo lugar estratégico entre Aragón y Castilla le diese personalidad propia. Elevada, señorial, singular y altiva, en ese particular cruce de caminos entre Valencia y Madrid que le hace original en su pasado y potencial en su presente.

La importancia de la ciudad alta radica, sin embargo, no tanto en sus edificios individuales, aunque muchos de ellos son de una calidad arquitectónica y artística excepcional, como en el paisaje urbano que crean cuando se los mira como un grupo, en el sitio fortificado que domina el valle de sus ríos. Es esto lo que le da a Cuenca su carácter especial.

El casco antiguo de Cuenca es un ejemplo sobresaliente de una fortificación medieval (ubicación de fortaleza, amurallamiento, puertas y postigos de entrada y salida, coracha, torreones, etc.,) que ha conservado su paisaje urbano original notablemente intacto a lo largo de todo esos siglos desde su fundación como ciudad, con muchos excelentes ejemplos de arquitectura religiosa y secular de los siglos XII al XVIII. En su esencia, tiene una originalidad que la diferencia de otras ciudades amuralladas y en este caso es, la simbiosis o mezcla entre patrimonio urbano y naturaleza, realzando su enclave gracias al hermoso paisaje rural y natural (las hoces naturales y sus ríos que las circundan: Júcar y Huécar) en el que se encuentra. Un aire saludable entre roca, agua, pino y caserío urbano.

Este es el arquetipo de la fortaleza-ciudad, y la parte que le da a Cuenca su carácter individual. Sus edificios con la huella del Gótico, Renacimiento y Barroco, especialmente la catedral del siglo XIII. Ese magno edificio, museo vivo del Arte -donde el clasicismo de su estructura arquitectónica, rejería y escultura, queda envuelto por la abstracción de sus vidrieras que la hacen original y única, en luz, color y dimensión espiritual-.

La ciudad está colgada en sus dos abismos rocosos y entre sus iconos turísticos están las llamadas Casas Colgadas que sirven de Casa Museo del Arte Abstracto Español, emblema del vanguardismo pictórico mundial. Desde esta vista, al saliente, la ciudad mantiene una estampa única donde el trazado de su caserío colgado hacia los meandros del río se mezcla con el puente de San Pablo y el Parador Nacional de Turismo, mientras hocinos y huertos serpentean su recorrido de ensueño.

El diseño urbanístico, interiormente, presenta un entramado digno de elogio y un caserío adaptado a la modernidad sin perder su esencia constructiva de origen. Numerosos Rincones de Leyenda te animan a sumergirte en su misterio y fantasía.

El recinto amurallado de Cuenca muestra una integridad de su patrimonio cultural. El nivel de conservación, los trabajos de restauración y las políticas de rehabilitación han hecho posible un nivel adecuado de integridad en la ciudad histórica.

Sus Tradiciones y fiestas, como la Semana Santa de sello internacional al igual que su Semana de Música Religiosa o sus fiestas populares en honor a San Mateo le enaltecen y su Gastronomía le hacen diferente. La cocina encantada te ofrece la mayor calidad en platos de tradición costumbrista, de historia y de autor, combinando sabores únicos y selectos.

«Mosaico de rincones gastronómicos adaptados al paisaje urbano mezclados entre patrimonio urbano y natural donde el visitante se sentirá inmerso en el paladar universal de la historia».

 

Miguel Romero Saiz. Doctor en Historia, escritor y Cronista oficial de la ciudad, 2020

«Callejas empinadas, estrechas, retorcidas, con humedad de río cercano o rumor de agua profunda. Callejas que van y vuelven, angustiadas, suspirando mientras se alivian en las plazuelas del misterio y revocan su historia entre las ortigas y los balconajes de leyenda».