Conectando el presente con nuestra cultura

ACTUALIDAD


22 marzo, 2020

Conectando el presente con nuestra cultura

Casi un 90% de los adolescentes españoles tiene un smartphone. Esta es una de las razones por las que las instituciones junto a las que trabajamos han apostado por este canal digital para difundir nuestro patrimonio. Pero la clave es la pregunta que viene inmediatamente después: ¿cómo  lograr que las nuevas generaciones conecten con la cultura?

En la actualidad trabajamos en la producción de una guía interactiva para la visita escolar al Palacio de Gaudi y en varias propuestas familiares que muy pronto estarán integradas en las guías multimedia de Patrimonio Nacional. Antes de su puesta en marcha, queremos compartir el camino que nos ha llevado hasta aquí y reflexionar sobre el panorama internacional de las guías multimedia para público infantil y juvenil.

 

Visitas compartidas en grupo

Los conceptos “guía interactiva familiar” o “guía para colegios” son los más indicados para definir lo que hacemos.  Buscamos que la experiencia se construya a partir de la interacción con el entorno y con otros visitantes, ya sean de la misma edad o no.

La producción de una guía multimedia infantil no puede por tanto reducirse a la adaptación de unos materiales audiovisuales para determinadas franjas de edad, sino que debe incorporar actividades que puedan ser resueltas en grupo, como propone, entre otros ejemplos, la guía escolar de Bolsover Castle (Reino Unido).

 

¿Cómo lo hacen otras instituciones culturales?

Tras analizar varias propuestas internacionales muy diversas (no podemos nombrar aquí todas), encontramos una serie de factores comunes que consideramos imprescindibles:

  • Voces atractivas y dinámicas: algunas instituciones se decantan por introducir voces infantiles para que el visitante se identifique con el narrador (como por ejemplo, el Museum of Fine Arts de Boston), otras optan por voces adultas simpáticas (incluso voces graves) para caracterizar a sus personajes. Más allá del sexo o la edad de los actores, lo que importa es que su forma de contar sea dinámica. Evitar la monotonía es la clave y, para lograrlo, el trabajo de guionistas y locutores debe estar coordinado. Escucha, por ejemplo, una de las narraciones del Denver Art Museums.
  • Efectos de sonido y músicas actuales: sabemos que un 75,6% de los adolescentes utiliza Internet para escuchar música. Por eso una selección de piezas musicales animadas, incluso inspiradas en el mundo del videojuego, será todo un acierto. Echa un vistazo a las piezas de video del MET Museum sobre cerámica griega.
  • Dinámicas de juego: independientemente de si la guía es multimedia o no, lo que es cierto es que casi todas las propuestas estudiadas incorporan dinámicas de juego. Normalmente la aventura comienza localizando la pieza en cuestión, y eso ya es parte de la aventura. Mira si no la promoción de los Museos Vaticanos para su tour familiar, uno de los esquemas más clásicos.
  • Discurso paralelo al de la visita para público adulto: es fundamental que el itinerario se corresponda con el recorrido para el público adulto. Si además ambos se complementan, mucho mejor.

Si quieres saber más sobre propuestas de gamificación y experiencias compartidas aplicadas a vuestro caso, ¡no dudes en contactarnos!

 

Ilustraciones y alternativas a los personajes animados  

Al elegir una tablet o smartphone como vehículo de difusión, puede parecer que incorporar ilustraciones o personajes animados es imprescindible. Sin embargo, existen propuestas solo basadas en audio que son todo un acierto.  Si no, lee la opinión de esta madre tras su visita a The Norton Simon Museum (California).

Más allá de esta cuestión sobre si incorporar animaciones o no, deben considerarse todas aquellas opciones y alternativas que los dispositivos móviles ofrecen para experimentar lo real: las pantallas táctiles permiten interactuar con las piezas del museo, relacionar conceptos,  focalizar la observación, descubrir perspectivas ocultas, jugar y, sobre todo, compartir.

Concluimos por tanto que las animaciones son un recurso valorable (no imprescindible) para realizar un guía multimedia familiar de éxito, los juegos interactivos son un plus y la calidad del audio es determinante.

 

El futuro de la relación entre educación y cultura

Durante estas fases de estudio, detectamos dos tendencias que resultan especialmente reveladores (recogidas en el estudio de EpData):

  • Los menores que estudian educación Secundaria pasan cuatro horas más conectados a Internet que estudiando.
  • Los adolescentes españoles “suspenden” a sus profesores a la hora de evaluar cómo les acompañan por las nuevas tecnologías.

En definitiva, las tecnologías digitales son la clave de la educación y los jóvenes son exigentes a la hora de valorar los recursos formativos multimedia. Explorar su mundo y atreverse a ser disruptivo será la clave para que la combinación educación y museos de como resultado generaciones mejor formadas y con mejor conocimiento de nuestra cultura.