Uno de cada cuatro españoles usa aplicaciones y, de media, cada usuario tiene instaladas en su smartphone 65 apps (CincoDías.com). El reto de toda compañía o institución dispuesta a entrar en este mercado es estar entre estas 65 y perdurar, ¿pero y si este no es el objetivo prioritario de tu entidad?
La “vida útil” de una app no es el único criterio para valorar su éxito o fracaso. Hoy repasamos los principales indicadores que han de tener en cuenta los centros culturales y espacios turísticos a la hora de iniciar un desarrollo móvil. Cuestión que dependerá, en cualquier caso, del tipo de app que deseen. La receta básica incluye claridad de objetivos, sentido común, análisis cualitativo y cuatro indicadores cuantitativos: número de descargas, número de desinstalaciones, número de aperturas y tiempo de uso. Definamos cada uno de estos conceptos distinguiendo tres tipos de apps culturales o turísticas:
– APPS-CATÁLOGO: Si lo que buscas es un catálogo online, similar a los folletos en papel o al catálogo de la web, quizás te interese una web app. Cierto es que las apps móviles están triunfando sobre la web móvil. En cualquier caso, no se aconseja invertir demasiado tiempo en el diseño de contenidos y en la programación, pues son aplicaciones con un número de desinstalaciones elevado. Con claridad de objetivos, el concepto “app de usar y tirar” no tiene porqué sonar negativo.
– APPS-VISITA: Surgen como evolución de los clásicos sistemas de audioguías. Añaden a esta experiencia recursos interactivos, multimedia y opciones de accesibilidad para personas con discapacidad. Tradicionalmente los visitantes han estado dispuestos a pagar por este servicio. Hoy, los museos tienen la posibilidad de fraccionar el pago; el modelo freemium es el más exitoso. El hecho de que el usuario pueda y desee utilizar la app antes, durante y después de la visita elevará el número de aperturas. Generalmente, el objetivo de este tipo de apps es ampliar o complementar la información de la visita, y resultan muy útiles de cara a exposiciones temporales. Si tu objetivo es divulgativo, cuidar la calidad de los contenidos te garantizará un aumento del tiempo de uso.
– APPS ESPECÍFICAS: Son aplicaciones dirigidas a públicos más concretos, por tanto registrarán un menor número de descargas, pero lograrán que su vida útil sea mayor. Un ejemplo de ello es la app “Barcelona Visual”, del Arxiu Fotogràfic de Barcelona. Mediante uso de realidad aumentada, permite superponer una vista actual de la ciudad con una fotografía antigua.
En términos generales, a la hora de implementar una app, los museos sitúan la mejora de la experiencia de visita por encima de la generación de ingresos, por lo que indicadores como el tiempo de uso y el número de aperturas cobran especial relevancia. Igualmente, deben atenderse las opiniones y valoraciones cualitativas del público. Por último, para estar al tanto de la evolución de este mercado, recomendamos echar un ojo a los últimos estudios de dos grandes de la analítica-app: Flurry y Localytics.
