#ContarElArte: Ávila, fortaleza y espíritu

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30 abril, 2020

#ContarElArte: Ávila, fortaleza y espíritu

Nuestros planes para este puente incluyen más #ContarElArte y más turismo desde casa. Hoy nuestro guía es Israel Muñoz Rodríguez (Ávila, 1981). Israel es licenciado en Historia del Arte y máster en Turismo de Interior. Actualmente es técnico municipal del Ayuntamiento de Ávila. Trabaja en Accesibilidad, Movilidad y Transporte, colaborando con otras áreas municipales, especialmente en temas de patrimonio, cultura y turismo. Como miembro del Instituto de Investigaciones y Estudios abulenses «Gran Duque de Alba», participa activamente en varias propuestas culturales, como las visitas a la Casa Consistorial, las visitas culturales al cementerio de Ávila, el programa Descubriendo una Semana Santa diferente o el proyecto Terra Levis. Aficionado a la lectura y a la escritura es un enamorado de su ciudad, su historia y sus costumbres.

Si quieres conocer más sobre esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad, no dudes en consultar su guía virtual. Ahora, dejamos que nuestro invitado nos cuente qué de especial tiene Ávila y porqué debemos animarnos a conocerla.

 

Ávila, fortaleza y espíritu

      

Cuando alguien llega a Ávila por la zona oeste de la ciudad y se para en el mirador de los cuatro postes descubre la imagen perfecta de una ciudad fortificada. Una imagen que ha sido llevada al lienzo por artistas de todas las épocas y que cualquier persona también se puede llevar impresa en su retina.

Ávila es fortaleza, no sólo por su muralla que ha aguantado el paso de los siglos sino por las personas que la habitan que guardan en su corazón historias de superación, leyendas medievales o proezas actuales. Personas como Teresa de Jesús que soñó una nueva forma de vivir en comunidad monástica y la hizo realidad, o Isabel de Castilla, la reina católica, que soñó unificar los reinos de España e hizo posible el descubrimiento de un nuevo mundo, o más recientemente Adolfo Suárez, el primer presidente de la actual democracia española, quien consiguió, como reza su epitafio, que la concordia entre los españoles fuera posible.

Esta ciudad fortaleza está llena de rincones sorprendentes, de palacios tardomedievales y renacentistas, de templos llenos de historias, de paseos, como el del Rastro, desde donde se puede contemplar el entorno natural del Valle Amblés, al cobijo de la muralla. Calles, como la de la Muerte y la Vida, donde la leyenda queda grabada hasta en las piedras o sabores inconfundibles como el del chuletón de ternera o las yemas.

Ávila, en definitiva, es espíritu, es el sentimiento que embarga el corazón, que enamora, como le pasó a Guido Caprotti, aquel pintor italiano que nunca quiso volver a irse de la ciudad amurallada. Ávila es, como dijo Orson Welles, el lugar en el mundo que elegiría para vivir.

Israel Muñoz Rodríguez. Historiador del arte. Ávila.