En los siglos pasados, la función de los museos era muy clara: preservar la cultura, conservarla y cuidarla y, a través de sus exposiciones, ofrecérsela al público, que no disponía de prácticamente ningún otro modo de experimentar el arte, la historia o la ciencia. Hoy, sin embargo, cada vasija, dintel u obra de arte se encuentra digitalizada (o en proceso de digitalización), expuesta y replicada en Internet, accesible desde múltiples plataformas, en todo momento y de forma casi inmediata. En la era digital los museos ya no ofrecen algo exclusivo que puedan complementar con tecnología, sino que ésta ha dinamitado su sector (como tantos otros), al tiempo que les ha brindado los medios para transformarlo.
Todo por la experiencia
A menudo se atribuye a la tecnología el papel de gran aliado de instituciones y empresas cuyos sectores ya no tienen que ver con lo que eran, paradójicamente a consecuencia de esta misma. Descubrir cómo las conexiones digitales pueden ayudarnos en la tarea de transformar esos sectores es otro cantar. La apuesta de museos y demás instituciones culturales no puede limitarse a atraer, vía Internet, a los mismos clientes. Actualmente, casi todos los museos de referencia internacional trabajan en una (o varias) de las siguientes vías:
1. El uso de aplicaciones móviles (analizado en este post)
2. La creación de oportunidades ligadas a la escuela
3. La incorporación de nuevos dispositivos vinculados a la realidad virtual y aumentada
Hoy nos centramos en la primera de ellas.
Las apps en el museo
El uso de aplicaciones móviles (apps) en los museos parte de dos premisas fundamentales. La primera, que de aquí a unos pocos años no habrá ni un solo visitante que no cuente con su propio dispositivo inteligente con conexión permanente. La segunda, que las tradicionales audioguías, presentes hasta hace muy poco tiempo en todos ellos, han sido ampliamente superadas por dichos dispositivos multimedia.
De este modo, no sólo los museos, sino también otras instituciones y reclamos turísticos, como la Alhambra de Granada, han sustituido las obsoletas audioguías por apps en las que las locuciones se complementan con fotografías, vídeos, textos, mapas y panorámicas 360º. Esto, además de enriquecer la visita, posibilita el acceso a personas con discapacidad sensorial, por ejemplo, con la inclusión de subtítulos o lenguaje de signos.
No sólo eso, sino que el desarrollo de estas soluciones permite además añadir nuevas utilidades, como ocurre en el Museo de Historia Natural de Nueva York, cuya app Explorer ofrece al visitante la posibilidad de configurar sus intereses para recomendarle el recorrido que más se ajuste a ellos. En esta misma línea trabajan los museos de mayores dimensiones, como el Louvre o el Británico, para ayudar al visitante a escoger qué ver de entre su vasta exposición.
Sin embargo, la utilidad de estas nuevas guías multimedia va más allá, y no se ciñe únicamente al usuario, sino que la institución, a través del análisis de su uso, puede entender mejor sus preferencias y avanzar en la personalización de su experiencia. En cierto sentido, estos dispositivos no sólo mejoran y complementan el tradicional flujo de información que se produce de la institución al usuario, sino que la hace bidireccional.
Cada vez más sociales
Al margen de su uso como guías interactivas, los museos indagan cada día para ofrecer aplicaciones con múltiples funcionalidades, como se pudo ver en el evento #digitalmus, celebrado en el Museo Arqueológico Nacional en marzo de 2016, en el que los responsables de algunos de los museos de relevancia europea y americana especificaban algunas, como la informativa (presente en el Museo Metropolitano de Nueva York), o la educativa (destacable en el Museo Thyssen-Bornemisza).
A estas propuestas poco a poco se van uniendo otras nuevas, de carácter cada vez más social e interactivo, como la que puede verse en una de las aplicaciones presentes en el Museo de Brooklyn: ‘Ask’ («Preguntar», en inglés). Esta app permite al visitante solicitar información a un conjunto de expertos del museo que responden en tiempo real y sugieren qué ver a continuación. Otros utilizan iBeacons para proporcionar mapas interactivos, así como contenido multimedia y actividades específicas.
Qué depara el futuro
El futuro tecnológico del sector es seguro pero incierto. Seguro porque ha de pasar, como casi todos los demás, por el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos usos para las que ya existen. Incierto porque, de todas ellas, resulta difícil vaticinar cual será la que marcará el camino. Existen, no obstante, algunos indicios:
- El uso de aplicaciones móviles continuará evolucionando y desarrollando nuevos modelos y usos, cada vez más específicos y fragmentados, como ya sucede en la mayoría de museos del mundo, en los que coexisten varias apps de forma simultánea.
- De entre todas ellas, las aplicaciones que mejor permitan o fomenten las interconexiones, la comunicación y la interacción entre el visitante y el museo, así como entre los diferentes usuarios y las instituciones entre sí, experimentarán el mayor auge.
- Una de las tendencias actuales que mayor énfasis pone en la interacción es la gamificación, cuyo máximo exponente hasta la fecha, la irrupción de Pokémon Go el verano pasado, muestra un camino que con toda probabilidad seguirá toda la industria.
- La gamificación y otras funcionalidades vinculadas al uso de aplicaciones móviles precisarán del desarrollo de la realidad aumentada (más que de la virtual), así como el surgimiento de nuevos dispositivos (en esa tendencia a la segmentación y la especialización que mencionábamos en el primer punto), con el fin de extraer el mayor potencial.
- En cualquier caso, la tecnología seguirá estando al servicio del contenido, es decir, al servicio del público y de sus intereses, por lo que conocer de primera mano esos intereses y saber construirlos será la piedra de toque del futuro de la digitalización cultural (y, por qué no decirlo, de la propia cultura).
Tanto del desarrollo de dichas tecnologías vinculadas a la realidad virtual y aumentada, como de la creación de oportunidades ligadas a la educación en los museos hablaremos en próximos artículos.