El pasado sábado, 8 de junio, nos desplazamos hasta León para seguir de cerca el “III Encuentro sobre Redes Sociales en Museos y Centros de Arte”, organizado por el MUSAC. Antes de repasar lo que algunos tweeteros consideraron “obvio, pero imprescindible”, destacamos un hecho: los centros culturales han comenzado a asumir la importancia de tener una estrategia digital completa. Hoy hacemos “zoom” sobre la necesidad de materializar esta máxima. Hemos preparado una recopilación de tweets al respecto en nuestro Storify.
Para comenzar, tres grandes museos expusieron su trabajo online. El MACBA, el Museo Thyssen y El Museo del Prado están entre los pioneros en innovación digital. Han aprendido de sus errores y aciertos, y reconocen la dificultad de organizar grandes equipos. De aquí que destaquen la importancia de un buen trabajo en grupo. Para los museos que tomaron nota, lo importante es ahora identificar sus propias debilidades y fortalezas y ponerse a trabajar.
Destacamos las claves que han de estar presentes en toda hoja de ruta digital, yendo más allá del trabajo en redes sociales:
– Debemos hablar de ecosistema digital y no de entorno, es decir, de una comunidad de agentes que se relacionan entre sí y no sólo de un espacio. Algunos asistentes demandaron más posibilidades de interacción.
– Las visitas a la web ya no son el único recurso para medir el éxito de una estrategia digital.
– La necesidad de olvidar la distinción entre lo offline y lo online fue la idea más aplaudida. Tan importante es emprender en proyectos digitales como en proyectos expositivos en el espacio físico.
– Hay que aprender a reutilizar, difundir, divulgar, interactuar, etc.
– No debemos “complicar lo online”. La estrategia debe ser multicanal. Este concepto implica diferentes utilidades para cada plataforma y diferentes objetivos para cada una de ellas.
Las empresas tecnológicas presentes dejaron claro que existe una oferta amplia de soluciones. A esto le sumamos un público exigente y con ganas de “experimentar” los museos. El apartado final se reservó para las aplicaciones móviles, ahora en la cúspide de la innovación en museos. En este terreno encontramos muy buenas propuestas, pero también mucho desconocimiento por parte de los espacios culturales. Lo fundamental es crear apps con una definición clara y vida propia.
