En un alto porcentaje de casos, las ciudades encuentran su carácter diferencial en su patrimonio y en su oferta cultural, sin embargo, estos factores no reciben la misma atención que las infraestructuras o la energía al hablar de “ciudades inteligentes” o “smartcietes”. El factor cultural es el valor principal para sintonizar con los habitantes. Los espacios culturales también son motor del cambio en aspectos determinantes para el futuro de las ciudades y su desarrollo económico (clima, globalización, análisis de procesos históricos, etc.). Al margen de la escuela, los museos son los encargados de provocar curiosidad, aumentar la “alfabetización urbana” y motivar la acción.
Los ciudadanos pueden ayudar a establecer estas conexiones (educación, ocio, cultura y turismo) y determinar otros servicios avanzados. El futuro de la relación entre cultura y TICs en la smartcity pasa por un gran cambio que desglosamos en 10 subapartados. Dependiendo de cómo sean asumidos por los sectores privado y público, estos 10 cambios contribuirán o no a la consolidación de verdaderas ciudades inteligentes:
- Asistimos a un cambio social y a un cambio generacional. Esto no solo afecta a la demanda, sino también a los modelos de gestión: los “nativos digitales” serán los encargados de tomar decisiones.
- Cada vez se torna más sencillo medir sistemáticamente una acción, por lo que tenemos mayores posibilidades de reacción y más obligación de transparencia.
- Los dispositivos de uso personal ponen en valor la ubicuidad para el disfrute la cultura. Los dispositivos propietarios (audioguías) y las webs unidireccionales se encuentran ya en proceso de sustitución.
- Las redes inalámbricas de alta velocidad (4G + WIFI gratuita + NFC) rompen las barreras de la transmisión.
- La desaparición de las tarifas de roaming en 2015 pondrá fin a un freno tradicional para el flujo de datos. Supone un cambio no solo en cuanto a disponibilidad y uso masivo, sino también en la respuesta de las instituciones culturales y turísticas.
- En España, la esperada Ley de Mecenazgo (que pudiera ver la luz en 2017) abrirá una puerta interesante para las empresas que quieren invertir en cultura.
- Las posibilidades del UGC (Usser Generated Content o Contenido Generado por el Usuario) diluye la separación tradicional entre emisor y receptor. Existe ya grandes posibilidades de complementariedad y de cooperación.
- La puesta a disposición del contenido propietario en Google, Amazon y redes especializadas (como Europeana) como forma de incentivar el procomún.
- La segmentación se convierte en una prioridad frente a webs, portales o aplicaciones generalistas.
- El visitante/usuario ya no debe ser alguien que “padece” la tecnología. Existen vías para potenciar el contenido sin desplazar a ciertos públicos, y deben explorarse ante cada nuevo avance (realidad aumentada, gamificación, 3D, etc.).
Inventamos un concepto paraguas – smartcity – que integra recursos e ideas con las que responder conjuntamente a las necesidades de instituciones culturales, turísticas y ciudadanas. Mientras se cablean barrios, se cubren de antenas y de WIFI, se digitalizan servicios y contenidos… debemos preguntarnos cómo podemos contribuir a hacer nuestras ciudades más atractivas, más accesibles y más habitables. ¿Cómo se están adaptando los museos, monumentos, atracciones turísticas y de ocio al visitante del siglo XXI? De ello hablaremos en el próximo congreso CENTAC, que se celebrará en Málaga el 16 de octubre, en la mesa “Acceso y movilidad en las ciudades inteligentes”. Aquí dejamos un pequeño aperitivo: Smart City: Cultura y SmartCity – Curso de Verano en la Universidad Complutense – (YouTube).